SIETE TESIS A MODO DE CONCLUSIÓN

Fragmento de Ecología y Libertad de André GORZ

  1. La crisis actual del capitalismo tiene sus causas en un superdesarrollo de las capacidades de producción y en la destructividad, generadora de penurias interminables, de las técnicas empleadas. Esta crisis sólo puede ser superada por un modo de producción nuevo que, rompiendo con la racionalidad económica, se cimente sobre el ahorro de los recursos renovables y el consumo decreciente de energía y de materias primas.
  2. La superación de la racionalidad económica y la disminución de los consumos materiales pueden realizarse tanto a través de la heterorregulación tecnofascista, como a través de la autorregulación convivial. El tecnofascismo únicamente podrá evitarse mediante una expansión de la sociedad civil, lo que a su vez supone la puesta a punto de técnicas y útiles que permitan una soberanía creciente de las comunidades de base.
  3. El vínculo entre “más” y “mejor” se ha roto. Lo mejor puede obtenerse con menos. Se puede vivir mejor trabajando y consumiendo menos, pero a condición de producir cosas más duraderas y que no engendren ni perjuicios ni penurias interminables cuando todos tengan acceso a ellas. Únicamente merece ser producido socialmente aquello que sigue siendo bueno para cada uno cuando todos lo disfrutan… y al revés,
  4. La pobreza, en los países ricos, tiene su causa no en la insuficiencia de las producciones, sino en la naturaleza de los bienes producidos, en la manera de producirlos y de repartirlos. La pobreza solo será suprimida cuando se deje de producir socialmente[1] riquezas raras, es decir, reservadas y exclusivas per se. Únicamente merece ser producido socialmente aquello que no privilegia ni humilla a nadie.
  5. El paro, en las sociedades ricas, refleja la disminución del tiempo de trabajo socialmente necesario. Demuestra que todos podrían trabajar mucho menos a condición de que todos trabajasen. El idéntico reconocimiento y remuneración social de todos los trabajadores socialmente necesarios es la condición exigida, a la vez, para la supresión de la pobreza y para el reparto del trabajo entre todos aquellos que sean aptos.
  6. Al estar limitado el trabajo social a las producciones socialmente necesarias, la reducción del tiempo de trabajo podrá correr pareja con la expansión de las actividades autogestionadas y libres. Además de lo necesario que está garantizado por la producción social, los individuos podrán crear durante su tiempo libre, solos o colectivamente, todo cuanto siendo superfluo les parezca deseable. La producción de variedad ilimitada de bienes y servicios en las fábricas y cooperativas comunitarias garantizará la expansión de la esfera de libertad y la debilitación de las relaciones mercantiles: la expansión de la sociedad civil y la debilitación del Estado.
  7. La uniformidad del modelo de consumo y de vida desaparecerá simultáneamente a las desigualdades sociales. Los individuos y las comunidades se diferenciarán y diversificarán sus estilos de vida en un grado muy superior al que hoy se puede imaginar. Sus diferencias serán, sin embargo, el resultado de los distintos usos que den a su tiempo libre, y no de las desigualdades de las remuneraciones sociales y de los poderes. El despliegue de las capacidades autónomas durante el tiempo libre será la única fuente de diferencias y de las riquezas.

[1] Una producción se llama social cuando está garantizada por unos trabajadores asalariados por cuenta de una institución (empresa o administración). El trabajo de un domestico no es social, aunque lo realice un trabajador asalariado, y tampoco lo son los productos que unos obreros pueden realizar por su propia cuenta con las máquinas de “su” taller.