Tal como ha sido propuesto, dentro de la tradición “Imperial” y haciendo propios los postulados e ideas del antropocentrismo productivista y pro-sistema encontramos a las corrientes a las que hemos identificado como “Neoliberales Cornucopistas”.
Cuando se coloca el acento en lo tecnocrático y macroeconómico, y se pretende reducir al máximo posible la intervención del Estado en todo aquello que respecta a lo económico y social, a través de la defensa del libre mercado y el capitalismo como garantes del equilibrio institucional y del crecimiento de un país, estamos ante una postura NEOLIBERAL
Principales tesis
Cuando se considera que la naturaleza nos ofrece un infinito abastecimiento de recursos físicos (fuentes de energía, materias primas, agua, suelo y aire) que pueden usarse para el beneficio humano, y un infinito sumidero para los subproductos del consumo de estos beneficios estamos ante un pensamiento CORNUCOPISTA
Para esta corriente del pensamiento los problemas ambientales y las crisis ambientales – en la práctica – no existen, ya que todos pueden ser resueltos mediante el ingenio humano y la libertad de mercado. Ciencia, tecnología, mercado e industria son los cuatro motores que alimentan al moderno cuerno de la abundancia.
Principales tesis ambientales
LA CUESTIÓN AMBIENTAL
ANTI-AMBIENTALISMO
TIERRAS DE CULTIVO
PLANEAMIENTO FAMILIAR
VALORES ESTÉTICOS
La imagen del Homus economicus es la que mejor caracteriza al Neoliberal Cornucopiano. Codicioso, desconfiado, competitivo, irreflexivo y algo desmemoriado. Sus dos principales atributos: no afectarse por lo que le ocurre a otros y no perseguir ningún objetivo que no se pueda representar, directa o indirectamente, a través de la medida del dinero.
Para ellos, los individuos son totalmente racionales (Homus economicus) y siempre buscan optimizar su utilidad (satisfacción), dentro de su estructura de restricciones. Proponen que para mejorar el funcionamiento del mercado son necesarias la claridad de las reglas sociales y la definición de los derechos de propiedad. Principalmente, en lo relativo a la cuestión ambiental, los derechos de propiedad bien constituidos y reglas correctas son fundamentales para el uso y gestión adecuados de los recursos naturales. La ausencia de esos derechos frecuentemente conduce a la “tragedia de los bienes comunes”.
En resumen el paradigma Neoliberal Cornucopiano se caracteriza por su antropocentrismo y por considerar que:
- La felicidad humana se basa en tener más.
- La economía tiene que crecer de forma ilimitada.
- La ciencia y la tecnología (impulsada por el mercado libre) nos evitará cualquier escasez de recursos naturales.
- La civilización industrial es:
- Laica, pero ha creado dos dioses: libre mercado y ciencia/tecnología;
- competitiva, individualista; y
- mecanicista: pensamiento lineal, analítico parcelario (Homo economicus)
La referencia bibliográfica más elocuente de los Neoliberales Cornucopistas es el libro “The Resourceful Earth. A response to Global 2000”, escrito y compilado por Simon y Kahn en 1984. Este libro fue una crítica frontal a las posiciones explicitadas en el reporte “Global 2000. Report to the President”, preparado en 1980 para el entonces presidente norteamericano, Jimmy Carter que, en suma, alertaba sobre los límites del crecimiento, en el caso de que se mantuvieran las tendencias observadas en la época.
Una segunda referencia, ya más reciente, es el libro HARD GREEN. SAVING THE ENVIRONMENT FROM THE ENVIRONMENTALISTS. A CONSERVATIVE MANIFEST, de Huber, publicado en 1999. Se trata de una declaración de posición, basada principalmente en el sentido común, sin mucha referencia a datos científicos. En este libro el autor se autotitula “verde duro” (hard green) en contraste al “verde moderado” (soft green) y levanta una nueva bandera preservacionista, proponiendo la preservación de parques y reservas, como un perfil más moderno de los cornucopianos.
El representante más reciente de esta corriente de pensamiento, es el dinamarqués Lomborg, que tradujo su libro “The True State of the World” escrito en 1998, para el nuevo título “The Skeptical Environmenalist. Measuring the Real State of the World”, en 2001. El autor es un estadístico y buscó referenciar sus argumentos en estadísticas regionales y mundiales, intentando mostrar que el mundo mejoró – en términos ambientales – y, hasta cierto punto, también en términos sociales, si es medido en números globales o medias mundiales. Reconoce que el mundo, hoy, aún está lejos de haber llegado a un estado ideal, no obstante, en términos de tendencias, estamos en el camino acertado.
Ir a: Una Propuesta de Clasificación de las Corrientes de Pensamiento Ambiental Contemporáneo
Ir a: Perfiles
LA (RE) VERDE 