¿Qué es el lucro?

Guillermo BALIÑA

La física sirve para muchas cosas, mientras que la filosofía no sirve para nada. Ya lo dijo, conste, un filósofo, el patrón de los filósofos, Aristóteles. Precisamente por eso soy yo filósofo: porque no sirve para nada serlo. La notoria “inutilidad” de la filosofía es acaso el síntoma más favorable para que veamos en ella el verdadero conocimiento. Una cosa que sirve es una cosa que sirve para otra, y en esa medida es servil. (…) Queda usted en entera libertad de elegir entre estas dos cosas: o ser filósofo  o ser sonámbulo.
José Ortega y Gasset (1883-1955)  – Meditación de la técnica (1939)
    
                                      Nadie piensa donde todos lucran.
José Ingenieros (1877-1925) – El hombre mediocre (1913)

 

Si el aserto de José Ingenieros es exacto entonces el lucro es aquel mecanismo que nos anula el pensamiento.

Nuestra sociedad en su eterna y ridícula búsqueda del beneficio y la utilidad ha caído en un sonambulismo muy bien expuesto por Ortega y Gasset.

Para entrar en tema, por lo pronto todos sabemos que hay sociedades con y sin fines de lucro.

Dentro de las sociedades sin fines de lucro tenemos los fines más variados.

Desde la extraordinaria Médicos sin Fronteras (MSF) hasta la “extra-ordinaria” FIFA

Médicos sin Fronteras es una organización médica y humanitaria internacional  fundada en 1971 por Bernard Koudren y Jacques Mabit entre otros.

Su objetivo es dar asistencia a víctimas de desastres naturales y conflictos armados. En el año 1999 recibieron el Premio Nobel de la Paz.

Algunos de sus fundadores trabajaban para el Comité Internacional de la Cruz Roja y debieron apartarse debido a la obligación de guardar silencio sobre los orígenes de los desastres que la Cruz Roja atendía (eventos de genocidio por ejemplo).

En los últimos años la labor de MSF alcanza gran difusión por los episodios de inmigración forzada hacia los países europeos. La organización renunció a los fondos aportados por el bloque comunitario por considerar que la política de inmigración europea es calamitosa.

Éstos médicos son un claro ejemplo de vocación sin fines de lucro.

En el otro extremo tenemos a los médicos que trabajan para las grandes empresas farmacéuticas y laboratorios, ya sea dentro de ellas o bien como agentes de propaganda, firmando recetas con determinados y costosos fármacos.

(A estos médicos los podríamos agrupar en otra organización médica que bien podría denominarse MSE -Médicos Sin Escrúpulos-)

Por otra parte, el lucro está asociado a las operaciones comerciales en donde confluye la oferta y la demanda. La forma más elemental y primitiva de intercambio es el trueque en donde opera un proceso de negociación libre que finaliza la mayoría de las veces con un acuerdo que satisface por igual a las partes involucradas. Allí donde hay trueque no hay lucro.

En el mundo globalizado en que vivimos el lucro está asociado al proceso de intercambio en el cual la oferta generalmente es concentrada (en el límite es monopólica) y la demanda es fragmentada. Así es como la mayoría de las empresas obtienen ganancias fabulosas destruyendo el medio social y ambiental, empresas tales como petroleras, farmacéuticas, biotecnológicas, de alimentación, automotrices, medios de comunicación, telefónicas, informáticas, etc.

Los responsables de estas empresas proceden del siguiente modo: un ojo sobre la propia cuenta bancaria y el otro sobre el proceso de producción-venta. De lo que se trata es de correlacionar cualquier variable con el aumento de la propia cuenta bancaria. Si el procedimiento “X” hace aumentar la cuenta bancaria es absolutamente indiferente si además “X” produce daño ambiental o daño social.

El dinero actúa -o más bien debería actuar- como un catalizador de trueques.

La fórmula M – D – M, es decir: Mercancía(a) – Dinero – Mercancía(b) es el procedimiento que genera la actividad comercial. Recibimos dinero al momento de vender nuestra mercancía “a” y con el mismo dinero compramos la mercancía “b”.

Existe un modo perverso de desvirtuar la operación anterior mediante una “inversión” (¡ponerle ese nombre! el subconsciente de los especuladores los ha traicionado) llamada especulación que consiste en la fórmula D – M – D(*), es decir Dinero – Mercancía – mucho más Dinero

En tanto la especulación avanza resulta D(*) >> D, hasta que inexorablemente llega el “crash”, momento en el cual D(*) tiende a cero.

La especulación no es más que el lucro elevado al cuadrado. Conlleva la desastrosa consecuencia de la generación de dinero de la nada –y por tanto fraudulenta- desvirtuando por completo el fin social que tiene el dinero en tanto elemento facilitador del intercambio de bienes y servicios.

La especulación es la distorsión absoluta y enfermiza de la actividad comercial. Aquí domina por completo la codicia y no existe la menor posibilidad de racionalidad.

El mundo globalizado en el que nos toca transitar está enchastrado por este flagelo. La sede central de operaciones de esta inmundicia se encuentra en Wall Street, lugar en el que todos lucran y por lo tanto nadie piensa.

Desde luego que no fue nada casual que luego de los lamentables episodios del World Trade Center, el mundo de la especulación volviera a girar como si nada cuando un pobre bombero hizo sonar la campanilla de largada. ¡Qué sigan las apuestas!

Entonces … ¿qué es el lucro?

Para Pierre Proudhon el lucro es lisa y llanamente un robo

Hilando un poco más fino podríamos decir que el lucro no es ni más ni menos que una forma de abuso de poder el cual se ejerce de múltiples formas.

A continuación algunos ejemplos:

El lucro obtenido a través del interés compuesto es el abuso de poder ejercido desde el sistema financiero.

El lucro obtenido a partir de la publicidad es el abuso de poder operado desde los medios de comunicación.

El lucro obtenido a través de la obsolescencia programada es el abuso de poder generado por el sistema industrial.

El lucro obtenido a través de una patente es el abuso de poder desde el sistema científico-tecnológico.

El lucro obtenido a través de la venta de armas es el abuso de poder desde el complejo militar-industrial.

El lucro obtenido por medio de la “rentabilidad” a partir de la flexibilización laboral es el abuso de poder ejercido desde las mega empresas.

¿Qué es el lucro?

Es el abuso de poder ejercido de modo tal que el pensamiento quede en un estado de sonambulismo perfectamente alienado y alineado con la billetera.